Tú eres tu gran amor, tu mejor compañera y la más tierna y apasionada de tus amantes.
Dentro de mí
14 NovSólo si me pierdo podré encontrarme.
Sólo si miro dentro de mí misma podré sentir el olor de las flores del jardín que me habita.
Siembra tu propio jardín
20 AbrNo necesitas que nadie te regale flores porque puedas sembrarlas tú misma en tu propio jardín. Cuidarte, quererte y gustarte son requisitos indispensables para poner en práctica el ejercicio diario de amarte a ti misma como nadie nunca lo ha hecho y como nadie nunca lo hará.
El amor que necesitas está dentro de ti.
Ella se ríe del porno
11 AbrEn cada uno de los videos cómicos que comparte en su canal de Youtube, Loretto Araya se ríe del porno y de la representación de la sexualidad femenina que el cine para adultos se empeña en mostrar. Ella crea y protagoniza cortos virales en los que el amor por la lectura o los trastornos obsesivos compulsivos son el tema central de cada una de sus historias pornográficas.
Pero, además, esta actriz chilena también se ríe de sí misma mientras se burla de los estereotipos sexistas que existen sobre las mujeres en sociedades machistas como las nuestras.
Porno para lectores
Porno para obsesivos compulsivos
Cómo me ven: Solteras
«Gansos salvajes»
2 SepNo tienes que ser buena.
No tienes que atravesar el desierto
de rodillas, arrepintiéndote.
Sólo tienes que dejar que ese delicado animal
que es tu cuerpo ame lo que ama.
Cuéntame tu desesperación y te contaré la mía.
Mientras tanto, el mundo sigue.
Mientras tanto, el sol y los guijarros cristalinos de la lluvia avanzan por los paisajes,
las praderas y los árboles frondosos, las montañas y los ríos.
Mientras tanto, los gansos salvajes, que vuelan alto
en el aire azul y puro,
vuelven nuevamente a casa.
Seas quien seas, por muy sola que te sientas
el mundo se ofrece a tu imaginación,
y te llama, como los gansos salvajes, chillando con excitación,
anunciando una y otra vez
tu lugar en la familia de las cosas.
Mary Oliver
(Estados Unidos, 1935)
Cuerpo, soledad y silencio
5 NovA lo largo de su corta existencia -se suicidó a los 22 años- Francesca Woodman hizo de su propio cuerpo el elemento primordial de sus fotografías. En medio de espacios abandonados, capturada quieta o en movimiento, la joven artista llegó a componer imágenes llenas de belleza que reflejaban la soledad y el desconcierto propio de una mujer que se explora a sí misma en medio del silencio.
Francesca Woodman
(Estados Unidos, 1958-1981)
Ella baila sola
18 Ago
Acabo de descubrir que la palabra soltera, además de significar “no casada”, también significa “suelta o libre” y desde hace varios meses –luego de haber terminado una larga relación de pareja- yo ando suelta y libre disfrutando de lo mejor de estar soltera: el haber recuperado y redescubierto mi soledad.
Quizás a veces sólo hace falta mirar las mismas cosas con otros ojos para tener una nueva perspectiva de lo que ocurre dentro y fuera de nosotras. Digo esto porque si bien mi triste soledad –acompañada de literatura, música y cine- durante mi adolescencia fue sinónimo de refugio contra el mundo exterior; ahora mi alegre soledad –acompañada de literatura, música y cine- es sinónimo de hogar en el que exploro mi mundo interior.
La idea de escribir acerca de estar sola vino a mí de repente en las últimas semanas, y es que sucede que –mientras meditaba al amanecer, corría por el parque de mi casa, escribía poemas en el microbús, leía a Murakami echada en mi cama, disfrutaba de mis encuentros sexuales conmigo misma, caminaba por las calles vespertinas, bailaba como loca en el baño o paseaba en bicicleta bajo la lluvia nocturna- la soledad me asaltaba de pronto y fue entonces cuando comencé a preguntarme qué significaba para mí estar sola ahora y por qué, para sorpresa mía, lo disfrutaba tanto.
Creo que tiene que ver esencialmente con la época que estoy viviendo, una en la que, luego de la tormenta propia de una ruptura sentimental, he encontrado la calma que me ha permitido enfocarme nuevamente en mis tres autos favoritos: el autoconocimiento, la autoestima y la autonomía. Ahora el eje de mi vida es la creación artística y el desarrollo de mis dos proyectos (Chicas Malas y otro blog -lleno de amor propio femenino- que pronto estrenaré) y la prioridad de mis días es, como diría Murakami, “repartir ordenadamente el tiempo y las energías” para hacer realidad mis sueños y, por supuesto, para darle a mi cuerpo, mi mente y mi espíritu todo el cuidado y cariño que se merecen.
Tal vez ese sea el motivo por el cual las actividades que realizo acompañada de mí misma se multiplican a medida que me doy cuenta de cuánto disfruto estando sola. El silencio y la ausencia de otra persona alrededor me da el poder de conectarme con mis pensamientos, mis deseos y mis emociones sin testigo alguno: libre de otras miradas puedo desnudarme en cuerpo y alma ante mí misma. Y aunque parezca contradictorio, a medida que disfruto más de mi soledad, me gustan más los momentos que comparto con otras personas. Y es que me gusta bailar sola a mi propio ritmo, pero también me gusta danzar con otros y aprender nuevos pasos.